Buscar este blog

Perdida de la inociencia

17:58 Unknown 0 Comments

Atraves de mi pagina de Facebook, he pedido a mis seguidores que me cuenten sus historias de como vivieron abusos y sobrevivieron a ello, esto con el fin de inspirar a otras mujeres a denunciar y no callar!

A esta historia le colocado de nombre: Perdida de la inocencia. Que pasa cuando termina el cuenta de hadas.
Aca el conmovedor e inspirador relato.

Hola Licda. Alejos, en primer lugar quiero felicitarla por su ardua labor para promover la prevención de la violencia intrafamiliar, siga adelante que Dios la ilumine siempre.
Quiero compartir con usted la pesadilla que viví a mis escasos 18 años de edad, cuando me ganó la inmadurez y el deslumbrarme por una cara bonita, que por dentro era el peor de los monstruos, con una mente perturbada y un enorme analfabetismo emocional que cegaba su razón y sensatez; y a esto se le suma el machismo que lo llevaba de extirpe.

Todo comenzó cuando yo tenía escasos 17 años, conocí a este individuo en un reconocido centro comercial de la Calzada Roosevelt, desde el primer momento en que lo vi, me cautivó con su sonrisa y su mirada coqueta. 

Después de algunas visitas a mi casa y salidas a tomar helados iniciamos un noviazgo, en el cual al principio me sentía como una reina, era la envidia de mis amigas, todas me decían que tenía mucha suerte de tener un novio tan guapo, pero detrás de esa cara angelical se escondía un ser despreciable, déspota, cruel, manipulador y abusador. 

Conforme fueron pasando los meses, yo iba notando cada vez más su forma de ser, pues siendo novios me prohibía ciertas cosas, como relacionarme con mis amigas, ponerme alguna prenda que a mi me gustaba pero a él no, ponerme el pelo detrás de las orejas y hasta maquillarme. Interiormente, yo sabía que eso no era bueno, pero cerraba mis ojos a la realidad y pensaba que era pasajero y que con el tiempo el cambiaría; todo esto sucedió en el año 1992. 

Al pasar 6 meses de nuestro noviazgo la pasión era intensa y decido entregarme a él, pues en ese momento yo sentía un gran amor por él y no quería perderlo. Este hecho no lo pude ocultar por mucho tiempo, pues crecí en un hogar en donde a pesar de que mi mamá se divorció de mi papá me inculcó muchos valores y me sentía mal de haberle fallado a mi mamá , además yo tenía mucha confianza con ella y más que mi mamá, era mi amiga, mi confidente y terminé contándole todo lo que había sucedido. 
Su reacción al principio no fue buena, se enojó conmigo y hasta manejó cierta decepción pero al no haber ningún producto de esa entrega, me dijo que no lo hiciera de nuevo, pues en una próxima no podría tener la suerte de no quedar embarazada. 
En un momento dado, mi novio me pidió que nos casáramos porque él me amaba quería compartir su vida conmigo, al escuchar su propuesta me sentí en las nubes y le dije que si, pero que solamente tenía que esperar a graduarme del colegio, que sería en octubre de ese año 1993.

 A pesar de muchos consejos y de la negación de mi mamá, el 25 de noviembre me casé por el civil y el 3 de diciembre por la iglesia, hasta el momento de la fiesta llegó mi felicidad completa, no imaginaba la pesadilla que viviría en los próximos 2 años siguientes. 

Desde nuestra luna de miel empezó mi calvario, empecé a recibir insultos, pero lo perdoné porque él me prometió que no volvería a hacerlo , pero que yo lo había provocado. Pasaron los meses y le dije que buscaría trabajo porque necesitaba aportar dinero a mi casa, pues vivíamos con mi mamá y teníamos que ayudar con los gastos, al menos así lo pensaba yo; curiosamente aceptó y en el preciso momento en el que yo comencé a trabajar, él renunció a su empleo y comenzó a socializar con un grupo de amigos de su papá. Se pasaba las mañanas completas en gran tertulia tomando café y fumando, en ********* de la Montúfar, yo en cambio trabajaba en ********* como secretaria y vivía vigilándome, se paseaba frente a la sala de ventas para verme y darse cuenta si yo platicaba con algún compañero de trabajo o si socializaba con alguien. 

Era clásico que al medio día me llegaba a traer para que fuéramos a almorzar y luego volver por mí a la salida de la oficina. Recuerdo que una vez, estaban unos clientes esperando que les entregara la cotización de un vehículo por escrito y les estaba dando la información que me requerían en forma verbal, cuando él pasó caminando frente a la vitrina y solo me hizo una mueca en señal que se las pagaría por estar hablando con ellos; efectivamente, al llegar el medio día, fue por mi y empezamos a caminar frente a la Ferretería ****** y justo allí me dio una tremenda cachetada y me tiró al suelo, me reclamaba el porque yo había estado platicando con los clientes, me tildaba de coqueta, de prostituta caliente (con otro volcabulario). En ese momento me sentí la cucaracha más pequeña de este mundo y solamente podía llorar en silencio, pensaba en que sería el hazmereir de la oficina, pues varios compañeros vieron la escena de violencia que había sufrido. 

Transcurrían los meses y la violencia se acrecentaba más y más, sufría insultos de todo tipo, golpes, abuso psicológico y todo lo sufría en silencio, él buscaba la forma de no dejarme marcas en el cuerpo para que no existiera evidencia alguna y yo simplemente callaba para no tener problemas, pues me amenazaba con matar a golpes a mi mamá si decía algo. 

En el mes de julio de 1994, resulté embarazada, por cierto, fue uno de los momentos más lindos de mi vida, pero toda su etapa fue de horror. En ese tiempo ya no laboraba para ******, estaba trabajando en una constructora en la zona 10 y él ya se encontraba trabajando en ese tiempo, pero siempre llegaba a traerme a la salida. Recuerdo que un medio día, se me antojó ir a comerme una ensalda de frutas a ****** del C.C. Los Próceres y me fui, cuando llegó por mi pasamos a una gasolinera y me pidió dinero para echar la gasolina a lo que yo respondí que no tenía y me preguntó textualmente, sino tenés dinero, entonces que te hartaste hoy, ahorita mismo me lo decis o te rompo la madre y humillada le dije lo que había comido, eso me sirvió para recibir un gran jalón de pelo y un golpe en el brazo, más insultos. 

El horror continuaba y la amargura se apoderaba de mi cada vez más, a mis escasos 19 años, me sentía frustrada, triste, culpable, miserable, sin autoestima, ni valor; quería gritar mi sufrimiento y no podía. Estando a 7 meses de gestación, recibí una golpiza, aprovechó la noche porque mi mamá no estaba, ella tenía un restaurante y llegaba ya tarde de atenderlo, esa noche intentó ahorcarme, se puso casi encima de mi y me apretaba el cuello diciéndome que era una basura, que debería de estar muerta porque mujeres como yo no merecían vivir, por el simple hecho de haberle puesto un cubierto que a él no le gustaba por el tamaño, me pateo y me dio un manotazo en la pierna a la altura de la rodia, fue tan fuerte que hasta me reventó los vasos sanguíneos y 18 años después aún tengo la marca de esos vasos reventados. 

Al cumplir mis 40 semanas de gestación, llegó el momento del nacimiento de mi hija *****, la ilusión de tenerla en mis brazos era más fuerte que el calvario que vivía y eso me motivaba a seguir adelante, dí a luz el 31 de marzo de 1995 en un sanatorio privado y al salir de alta y llegar a mi casa, comenzó de nuevo mi cruz, ese mismo día con 3 días de operada por una cesárea recibí de premio 5 patadas, una buena jaloneada de pelo y 2 cachetadas, todo por la cólera de escuchar a la bebé llorar y quitarle el sueño a él. Para no sufrir insultos, golpes y maltratos, tenía que bajar a mi bebé al primer nivel a alimentarla y cuando ya no lloraba más subíamos de nuevo, hasta que llegó el día que mi mamá se dio cuenta de esta situación y se enfrentó con él, le dijo que era un cobarde y que ella no le tenía miedo, por el contrario, que no quería volverlo a ver en la casa y que solo esperaba que amaneciera para que sacara sus cosas y se fuera, pues no permitiría ningún abuso más hacia nosotras. Él no hizo caso y se fue a trabajar como si nada pasara, mi mamá le pidió apoyo a mi tío y en la noche cuando regresó del trabajo ya tenía listas sus cosas en el garage de la casa. Se puso como un loco y comenzó a patear la puerta principal, entonces salió mi tío y se enfrentó a golpes con él, logró dominarlo y lo echó a la calle como un perro, mientras tanto yo adentro temblaba como un venadito al acecho, sentía terror de lo que podría pasarme después. Logré divorciarme de él cuando mi hija tenía 1 año y medio de edad, aunque el juez le ordenó pensión alimenticia, nunca me dio nada, pero ni un bote de leche para mi hija, mucho menos llevarle un regalo en un cumpleaños o navidad, yo saqué a mi hija adelante, esforzándome trabajando y luchando día a día.
Fue una etapa en mi vida muy difícil de superar, las heridas del alma han sido muy fuertes, pero sobreviví, estoy acá demostrándome día a día lo valiosa que soy, trabajando por recuperar el autoestima que me robó. Ahora tengo un nuevo hogar, con un buen hombre que me respeta, me apoya incondicionalmente y me ama tal y como soy. Tengo un bebé de 2 años y puedo decirle, me siento bien, me siento útil, inteligente, exitosa, pues logré levantar una pequeña empresa, que comenzó con un sueño y ahora es una realidad; día a día, agradezco a Dios su misericordia y principalmente logré perdonarlo y enterrar ese pasado de dolor.

Espero que mi historia sirva para esas mujeres que sufren de maltrato físico, psicológico y emocional, a esas mujeres que son abusadas hasta sexualmente por sus parejas, solo puedo decirles ADELANTE, PÓNGANSE DE PIE Y NO TENGAN MIEDO, normalmente estos agresores son seres miedosos por dentro, pequeños y llenos de complejos y logran sentirse "hombres" abusando mujeres y satisfacer sus más bajos instintos. No debemos permitir que nos manipulen, que nos vendan culpa y comprarla, que nos menosprecien y nos denigren como seres humanos y nos hagan sentir la peor basura de este mundo, porque se roban nuestra autoestima y nos destruyen por completo. No aceptemos la frase "perdoname, no lo vuelvo a hacer, pero no me provoques, porque es por tu culpa que actúo así"

DIGAMOS "NO" AL ABUSO, A LOS GOLPES Y A LOS INSULTOS...



Esta historia de valor e inspiracion espero les sirva para inspiracion para saber que si puede salir con vida de una situacion asi y encontrar la verdadera felicidad
Le agradezco a  la seguidora quien cariñosamente llamare la chica W, por este maravilloso y conmovedor relato que ayudara de mucho a mujeres que viven esta situacion.

Les pido un poco de paciencia a quienes me han enviado sus historias proximamente las seguire publicando, si desean enviarme la suya pueden hacerlo atraves de mi fanpage
https://www.facebook.com/alejosbotran

Denuncia
No Calles!